Casi treinta años para contar el origen familiar de Pícara y, vaya, no es lo que me hubiera imaginado jamás...
Guión: Robert Rodi
Dibujo: Cliff Richards
Tinta: Norm Rapmund
Fecha USA: Rogue 1-6 (septiembre 2004 - febrero 2005)
Edición Española: Panini, tomo. 9,00 € Abril 2006
Pícara es una de las mujeres X que más simpatías ha creado siempre en el público. Alejada de la carga del liderazgo del grupo durante casi toda su vida (sólo fue líder de la Patrulla X durante una breve etapa, tras vencer a Lobezno en una pelea por el liderazgo similar a la que Cíclope y Tormenta tuvieron allá por los 70-80), Pícara fue siempre el pilar del grupo por sus poderes: fuerza, invulnerabilidad, vuelo. Poderes robados de Miss Marvel, ya que sus poderes le alejaban del contacto humano para no robar recuerdos y poderes a nadie. Su carácter extrovertido y, posteriormente, su relación de "quieroperonopuedo" con Gambito se ganaron el cariño de los fans. Esa relación desvió durante muchos años la atención sobre una de las cuestiones fundamentales del personaje: ¿cómo era su vida antes de que besara a su novio Cody, manifestara sus poderes y tuviera que huir de Coldecott County, su pueblo? ¡Si ni siquiera supimos su nombre hasta hace un par de años! A todas estas preguntas trata de responder este tomo.
Resumen: Cerebra detecta a una joven mutante descontrolada en la zona donde Pícara nació y se crió y el grupo dirigido por Kaos va a investigar. La niña pone al grupo fuera de juego rápidamente y sólo Pícara, que esa mañana ha discutido con Gambito, logra acercarse a ella. Mientras el grupo lleva a la niña a la Mansión X, Pícara se queda en la zona para buscar a la madre, que está desaparecida. Poco después, se encuentra con Campbell Sant-Ange, un joven que parece saber mucho del pasado de la bella sureña y de su familia y, además, Pícara puede tocarle sin absorber sus recuerdos. Por ello, Pícara acude a su casa y se reencuentra con su tía Carrie, la mujer que la crió tras la muerte de su madre. Pícara discute con ella porque su padre ha desaparecido y acaba absorbiendo sus recuerdos para saber qué ocurrió con su madre. En el jardín de la casa, Pícara se encuentra con una chica exactamente igual a ella hace unos años y con Campbell, que le pide que le siga hasta un hospital donde está en coma un shaman amigo de sus padres. Al absorber sus recuerdos, Pícara revive los tiempos en los que estaban en una comuna hippie e intentaron usar los poderes del shaman para llegar hasta otra dimensión, La Otra Orilla. Owen, el padre de Pícara, intentó drogar a las mujeres para sacrificarlas y su madre se opuso a él y fue absorbida a La Otra Orilla. De pronto, unos seres fantasmales atacan a los enfermos del hospital y a la "otra Pícara". En la Mansión, nadie recuerda por qué dejaron a Pícara en el Mississippi, así que Gambito decide usar sus poderes de seducción para llegar hasta Caldecott County y encontrar a Anna-Marie. Campbell y Pícara intiman justo cuando Gambito, que sigue ciego, llega a la habitación del motel de Pícara. Campbell y Gambito discuten. Al final, resulta que Campbell es un sueño mutante y que es el único que puede transportar a Pícara hasta La Otra Orilla, donde su madre sigue viva y ha usado el poder onírico de la dimensión para recrear a su hija perdida, la "otra Pícara", que transporta a Gambito a La Otra Orilla. Finalmente, Pícara descubre que su madre murió y que la esencia con la que estaba hecha era también de sueños.
Un poco raro, ¿eh? Hippies, shamanes, drogas, intentos de sacrificios, un sueño mutante, una Pícara soñada, dimensiones oníricas... y, sobre todo, lo más raro de todo: ¡¡¡Alguien se ha acordado de los poderes de seducción de Gambito 20 años después!!!
La impresión que me deja este tomo es, en general, buena, pero también me ha dejado una extraña sensación, como de que, realmente, este origen de Pícara no me termina de convencer. Es como demasiado... fantástico... para un personaje que ha sido siempre tan humano y tan cercano a los lectores. Vale que Pícara pudiera tener unos padres hippies y una tía mandona, pero lo de los viajes de sus padres a otras dimensiones por fumar "sustancias alegales" y usar magia de un falso shaman, pues no me termina de convencer . Y lo de su madre en plan diosa de una dimensión onírica, pues no sé, tampoco me cuadra. Menos mal que la historia mejora bastante una vez que empiezan a aclararse las cosas y comienza la "acción". Rodi juega al despiste con la "otra Pícara" (yo llegué a pensar que era la hija de su tía y su padre, que pasaron tiempo a solas y...) y la relación entre Campbell y Pícara podría dar juego si alguien se acuerda de él algún día. Campbell, por cierto, me ha hecho gracia. Es un sueño mutante, un ser humano que nació del embarazo psicológico de su madre... euh... pero me ha hecho gracia su origen, mucho más que el de Pícara.
El dibujo me ha gustado mucho, hace que gane bastantes enteros el tomo. Cliff Richards hace a una Pícara sexy, pero frágil e insegura en muchos momentos, mientras que en otros es la chica dura de siempre. A Gambito le da un punto heroico que le falta últimamente (por cierto, me encanta el nuevo uniforme de Gambito). En general, muy bien. Y las portadas son sublimes.
Valoración: entretiene
Recomendado a: fans mutantes; fans de Pícara y Gambito.
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