La versión de Coloso que pudimos ver durante la Era de Apocalipsis era muy alejada de la que conocíamos: frío, cruel, sin miedo a hacer daño, cobarde, traidor. Poco quedaba del joven pintor ruso obligado a combatir por las circunstancias. Casado con Gatasombra, Coloso dirigía con mano de hierro (o de acero...) los entrenamientos de la siguiente generación de Hombres X, aunque esos entrenamientos estuvieran a punto de costarle la vida a sus discípulos. El encuentro con su hermana Illyana nos mostraría su mayor temor: no volver a estar con ella si combatía otra vez. Para saber más, La Próxima Generación.
Por su parte, Rondador Nocturno era también mucho más sombrío. El mayor contacto con su madre en esta realidad le habían hecho más cruel, menos divertido, más realista y entregado a la causa de Magneto. Emprendió un viaje en busca de Destino y a punto estuvo de morir varias veces antes de llegar a la Tierra Salvaje. Acabaría formando una milicia mutante para proteger el refugio Avalón, un grupo llamado Calibre X.
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