sábado, agosto 04, 2018

Lobezna: Inmune

Tras la muerte de Logan, Laura Kinney tomó el título de Lobezna decidida a honrar a su predecesor y lograr enmendar todos sus errores pasados. Tom Taylor lleva ya un tiempo escribiendo al personaje y dotándole de un trasfondo que, aunque pueda recordar al del viejo canadiense por momentos, en el caso de Lobezna está decididamente enraizado con sus emociones y sentimientos más íntimos. En Inmune, Lobezna descubre que podría ser la única esperanza para La Tierra y no dudará en entregarse al máximo para no fallar. 







Colección 100% Marvel
Lobezna: Inmune.
Tom Taylor y Leonard Kirk.
152 páginas. 14.50€












CUANDO LAS GARRAS NO SON SUFICIENTES

Si algo destaca en esta etapa de Lobezna es el especial esfuerzo cometido por Tom Taylor para desarrollar la personalidad de Laura Kinney recordando, por una parte, que tiene algunos rasgos en común con Logan y, por otro lado, explorando todo aquello que la diferencia de él. Una vez que Laura se ha liberado de las ataduras impuestas por su pasado y que la sometían a un camino de redención que finalmente logró culminar, ahora sólo le queda seguir hacia delante, asumiendo el legado dejado por cierto mutante canadiense. 

Por otro lado, Taylor también muestra una gran brillantez al tratar el lado familiar del personaje, que ahora tiene una clon/hermana menor, Gabby, que se va descubriendo como un gran personaje en manos del escritor. Sin ser cargante, la pequeña clon dueña del lobezno llamado Jonathan resulta un contrapunto humorístico pero de gran intensidad moral para Laura, que se reconoce en muchas conductas de su pupila. Por cierto, sí, lo de adquirir pupilas preadolescentes también viene con el título de "Lobezna" y Gabby se une al selecto club formado por, entre otras, Kitty Pryde y Júbilo. En esta historia, ambas se verán abocadas a convertirse en las grandes heroínas usando sus dones mutantes, lo que resulta toda novedad si comparamos con el pasado de las dos protagonistas, lleno de muerte, sangre y mutilaciones por culpa de sus poderes. El escritor acierta al usar el mcguffin del virus mortal espacial para indagar en el nuevo rol de Laura como Lobezna, centrándose en su interacción con el resto del Universo Marvel y en la evolución personal y madurativa de la antigua X-23, a la que está definitivamente ligado el vínculo fraternal con Gabby, lo que hará que Laura haga todo lo posible por rescatar a su hermana menor de las garras de El Nido, los villanos inesperados de Inmune.

CAMEOS Y ACIERTOS

Como bien acierta al decir Daniel Gavilán en el magnífico artículo introductorio del tomo, Taylor demuestra que dejar el ciclo de violencia del personaje atrás para llevar a cabo su reconstrucción ha sido una puesta arriesgada pero necesaria. Lobezna se encuentra ahora ante un mundo nuevo con el que no podrá luchar únicamente con sus garras y necesitará apartar su orgullo para recibir ayuda contra las amenazas que no pueda derrotar. Así, en esta historia encontramos una gran cantidad de cameos de otros héroes del Universo Marvel que ayudarán a Lobezna a detener el avance del virus, aunque sin restarle protagonismo. El guionista, por cierto, demuestra también un gran dominio del humor en la interacción entre los Guardianes de la Galaxia, con Mapache Cohete haciendo algunos de los mejores chistes que le recuerdo. Quizás se postula aquí como un más que decente sustituto para Gerry Dugan si alguna vez éste deja la serie de los guardianes cósmicos.

Otro de los grandes aciertos es la interacción que se produce entre Gabby y Masacre, con algunas escenas que enternecerán los corazones más oscuros (el comentario de las cicatrices es amor puro) y otras que harán que esboces más de una sonrisa. Este dúo formado por dos asesinos con mentalidad de críos es el gran descubrimiento de este tomo  y nos deja algunos de los mejores momentos sin la crueldad habitual en los diálogos del mercenario bocazas.

Por último, hay que alabar el esfuerzo de Leonard Kirk para hacer cinco números seguidos en una época en la que esta estabilidad escasea mucho en la franquicia mutante. Kirk nos ofrece su habitual y correcta narrativa con algunas splash-pages llamativas, aunque se le puede criticar la ausencia de algunos fondos en el tramo final y algunas caras dibujadas de forma un poco extraña durante la historia, casi parece que hubiese esbozado determinadas páginas, aunque no sé si será culpa suya o de los varios entintadores que se encargan del acabado.

Lobezna: Inmune es una historia que sigue en la línea ascendente de la etapa de Taylor y aunque no sea tan inesperada como las historias anteriores, nos deja, en definitiva, un buen número de aspectos interesantes para disfrutar. Además, para amenizar la espera hasta el siguiente tomo, en Patrulla-X Roja podremos seguir más aventuras de Laura y Gabby mes a mes en otra serie escrita por Tom Taylor que, de momento, está a la altura de lo que prometía.


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