domingo, marzo 31, 2013

X-Factor: Las múltiples muertes de Madrox

Se ha hecho de esperar, pero por fin tenemos en nuestras tiendas la continuación de una de las mejores series que publica Marvel en la actualidad. Madrox y los suyos vuelven a sorprendernos con sus imposibles historias.

Guión: Peter David.
Dibujo: Emanuela Lupacchino y Leonard Kirk.
Contiene: X-Factor 229 - 236 USA
Tomo Panini. 176 páginas. 12€

Cualquier tebeo escrito por Peter David, quien sigue recuperándose del derrame cerebral que sufrió a finales del 2012 y ya se encuentra en casa, es sinónimo de calidad indiscutible. El caso de X-Factor lo es, si cabe, aún más, puesto que en esta serie el escritor viene a cerrar un círculo que comenzó hace 20 años en una Marvel absolutamente diferente en la que, como ahora, le tocó jugar con las piezas que nadie quería en una franquicia mutante caracterizada por la sobreexplotación. Si entonces su estancia en X-Factor no pasó de los dos años, en esta ocasión PAD ha sobrevivido a todos los guionistas, editores y editores jefe con los que comenzó a colaborar y trabajar en el año 2005. Tras ocho años al frente de esta agencia de mutantes detectives o detectives mutantes, le tiene perfectamente cogido el pulso a unos personajes que ya muchos de nosotros no imaginamos sin los diálogos mordaces y las situaciones extremadamente inverosímiles por las que David les hace moverse de forma natural.

Este tomo contiene dos arcos argumentales. En el primero, Las múltiples muertes de Madrox, retomamos la acción donde la dejamos en el tomo anterior (que casi no recordaba porque Panini dejó pasar eones entre un tomo y otro). Todos creen que Madrox ha muerto y, en realidad, David lo ha enviado a un viaje dimensional en el que hace un estupendo homenaje a las tradicionales historias y series mutantes sobre viajes a tierras paralelas que, como es costumbre en el guionista, está lejos de concluir, ya que el final de la saga promete convertirse en uno de esos subargumentos que se manejarán una temporada y explotarán cuando cuando menos se espere, al igual que otros hilos argumentales planteados en este tomo.

Al mismo tiempo, la serie recupera a dos personajes de importancia capital: Kaos y Polaris pasan a formar parte del equipo de investigación y su llegada habrá de coincidir con la reaparición de Madrox, que no estará muy de acuerdo con cómo se han llevado las cosas durante su ausencia, y el descubrimiento de que Layla ya no "sabe tantas cosas". Además, Monet sigue haciendo de las suyas.

La parte final de este tomo recopila la minisaga Medidas Extremas, en la que Peter David toca un tema que ha estado cada vez más visible en los medios americanos: la presencia de vigilantes enmascarados en las calles. El estilo cínico del escritor nos presenta a un grupo de "héroes" muy patéticos que ni siquiera se toman en serio a sí mismos, pero que se ven envueltos en una cacería macabra de la que no todos saldrán vivos. Probablemente, algo similar a lo que podría ocurrir en la vida real, en todo caso. Es brutal la visión tan  cruda que David hace del asunto. 

El apartado gráfico está en las más que capaces manos de la italiana Emanuela Lupacchino, que hace unas páginas maravillosas, y Leonard Kirk, quien parece adaptar algo su trazo al estilo de la dibujante regular de la serie. 

Como siempre con esta serie, compra más que recomendada.

miércoles, marzo 27, 2013

Trailer internacional de The Wolverine

Pues eso, si esta mañana ya anunciábamos que Fox comenzaba a promocionar The Wolverine en condiciones, hoy mismo tenemos el trailer.



 En mi opinión, mucho mejor de lo que esperaba. A ver si no me defrauda como hizo Lobezno: Orígenes.

The Wolverine empieza a promocionarse

La FOX comienza a ponerse las pilas con la promoción de The Wolverine o Lobezno: Inmortal, como parece que será conocida por aquí. En los próximos días tendremos al fin el trailer de la película, pero de momento tendremos que conformarnos con un minitrailer de 6 segundos, un nuevo póster y varias fotografías que nos muestran a Hugh Jackman caracterizado como Logan y a las protagonistas femeninas de la película. Cabe destacar que, si bien Tao Okamoto como Mariko Yashida está muy bien caracterizada, Svetlana Khodchenkova como Víbora nos presenta una imagen algo diferente a la del personaje del cómic. Además sorprende mucho el look que lleva Rila Fukushima al estar caracterizada como Yukio, ya que más bien recuerda a Amiko (la hija adoptiva adolescente de Logan en los cómics) que a la ninja amante de Lobezno (¿y Tormenta?). 












domingo, marzo 24, 2013

De Diezmados a Imposibles Vengadores: Teoría y práctica del Sueño de Xavier


El macroevento de cierre del arco de historias de Marvel de los últimos ocho años (a falta de La Era de Ultrón) deja tras de sí una gran controversia: el eslogan Cíclope tenía razón ha tenido una resonancia inmediata entre los lectores Marvel desde el final de Vengadores vs. Patrulla-X, y me parece que va a marcar a toda una generación de lectores, tanto a favor como en contra.

Y no es para menos, porque en esta saga los guionistas han tenido el coraje de dar un salto cualitativo en la evolución del personaje para llevarlo a un terreno de polémica y debate, que compromete al lector (como ya pasó con Iron Man en Civil War). En este caso, es evidente que, aún siendo hasta el final el más cabal de los Cinco Fénix de lejos (como muy bien nos muestra Kieron Gillen), el gran líder mutante del siglo XXI acabó totalmente sobrepasado por la omnipotencia en sus manos y la intolerable presión a la que se vio sometido; primero por los Vengadores y luego por la propia Patrulla-X, encabezada por su mentor, el profesor Charles Xavier, que horrorizado por aquello en lo que su famoso sueño había mutado mientras él no estaba al cargo se enfrentó a su más aventajado discípulo mostrando (una vez más) su cara más paternalista y menos escrupulosa. La muerte de Xavier a manos de Cíclope es sin duda un acontecimiento terrible, pero cuanto de Scott y cuanto del Fénix hubo en aquel acto será, ya para siempre, objeto de debate. La cuestión de fondo es que el Fénix fue claramente una macguffin para exacerbar unas tendencias largo tiempo en desarrollo. ¿Cómo se llegó a esto?

(Antes de empezar, quiero aclarar que pretendo centrarme en los hechos desde un punto de vista ideológico/político, no tanto psicológico, por lo que acontecimientos clave de esta etapa, como la muerte de Rondador Nocturno, no serán analizados. En ello hay mucha tela que cortar, y sería objeto de otro artículo)

Tras el Día-M, habiendo pasado de millones (en torno a 15, si recordamos E de Extinción) a menos de doscientos, el sueño de Xavier quedó cancelado (y por relación dialéctica, también el de Magneto, salvo para el medieval Éxodo, que tan bien funciona como versión casposa y obsoleta de Magnus). ¿Qué sentido tenía luchar por el sueño de la coexistencia e integración en la sociedad humana de menos de doscientos individuos, como cuerpo social significativo? La prioridad pasó a ser la lucha por la supervivencia de la especie mutante, y más a raíz de la revelación de que el nacimiento de nuevos mutantes había quedado imposibilitado. Un auténtico holocausto. Desde aquel día hasta el día en que Hope dispersó al Fénix reactivando el gen mutante pasaron unos muy duros años (con el acoso de los Merodeadores, Bastión o Norman Osborn) que por fin han quedado atrás, abriendo el camino a que la Patrulla-X retome su lucha inicial por la integración. Pero por el camino algo ha cambiado, para no volver a poderse ignorar jamás: los mutantes se han constituido como un poder soberano. Y ha sido enteramente gracias a Cíclope.
Con la Mansión destruida en Complejo de Mesías, Cíclope, ya líder mutante indiscutible tras su gestión de la crisis, pero aún en proceso de asimilar hasta sus últimas consecuencias la condición política de su liderazgo, guió a su raza a la tierra prometida que ofrecía la abierta y progresista ciudad de San Francisco, donde el sueño de Xavier tenía la oportunidad de hacerse realidad. Y cuando este intento de integración falló en última instancia, los trasladó, nuevamente, a esa fortificada localización concreta llamada (de forma un tanto irónica) Utopía. Visto desde fuera, y con cierta sorna housiana, el reformado Asteroide M podría recordar a aquel campamento de refugiados custodiado por los centinelas del gobierno en el que se convirtió el Instituto Xavier en los primeros meses de la diezma, sobre todo en lo tocante a la reclusión forzosa de los mutantes. Pero una vez allí, inadvertidamente o no, lo cierto es que se dieron los tres principios del Derecho Internacional Público para el reconocimiento de un Estado: el tener una población y territorio concretos, pero también un gobierno propio con capacidad para decidir sobre sí mismo sin injerencias externas.

Y ningún Estado, con ese principio de soberanía, es realmente tal sin un ejército; papel que los rebeldes mutantes restantes, entre los que se cuentan Sapo, varios antiguos Morlocks o casi toda la quinta de estudiantes de Tensión e Infernal, pudieron jugar a la perfección. En un momento clave del ataque de los Nimrod en Advenimiento, Cíclope proclama lo que devenir de los hechos había hecho evidente: que todos los mutantes de Utopía (y por tanto, casi todos los del mundo) habían pasado a ser Hombres-X. La Patrulla-X y los mutantes, no como una categoría de vanguardia dentro de la otra, como había sido durante todas las décadas anteriores, sino como algo indivisible e indiferenciable. La diferencia con respecto al precedente de la Genosha de Magneto reside en que, en aquel caso, no era la total completitud de la raza mutante la que tuvo que armarse y plantar cara (esto es, constituirse como sujeto político colectivo activo), ni siquiera la gran mayoría de los ciudadanos mutantes de aquel estado. La movilización de toda la especie a las órdenes de Cíclope (y no la esperada llegada de Hope o el comienzo de la Edad Heroica) es lo único que explica su orden de disolución del escuadrón secreto X-Force (uno de los elementos más característicos de esta etapa): ya no le hace falta esta estrategia oculta y sibilina, porque él va de frente, movilizando todos los recursos que hagan falta de cara a la supervivencia de la especie. Por desgracia, eso incluye a los más jóvenes, lo que termina desencadenando el cisma en el seno de la Patrulla-X.

Sobre esta base, una vez ocurrido este, Scott establece Utopía en una situación de tensión defensiva, de casi Guerra Fría, frente a la humanidad (no hay más que leer sus manifiestos). Es plenamente consciente de tener a su disposición toda una serie de (cito a Millar) “personas de destrucción masiva” y con la intención de usarlas en caso de necesidad. A estas alturas, el ideal de integración ya había sido casi totalmente obviado y apropiado por el otro bando; y es muy probable que el modelo de Namor como gobernante fuerte haya tenido algo que ver con ello. 

Una vez con el poder del Fénix, Scott y su equipo pasan a la acción y extienden este poder político mutante sobre todo el mundo (Pax Utopia). Esto no significa, en absoluto, abrazar la idea de dominación del Magneto tradicional, sino simplemente hacer del mundo una verdadera utopía, que puede serlo para los humanos únicamente en la medida en que la sea para los mutantes (proporcionando agua, comida y energía gratis en abundancia, así como decretando el fin de las guerras, lo que altera sobremanera a los gobiernos humanos, carentes ya de su soberanía de facto). Finalmente, por lo que se anuncia para la etapa de Bendis, esta dinámica se mantendrá, aunque desde un rol revolucionario y underground. Y lo más importante, sin la razón de fondo de proteger a la raza mutante a toda costa, sino simplemente en nombre de la conseguida soberanía mutante.

Y durante todo esto ¿qué hay de Lobezno, la otra cara de la moneda de Cíclope desde Cisma? Su motivación (que tiene un precedente en la Pícara de Carey) es la de recuperar la autenticidad del sueño de Xavier, reinaugurando el Instituto con el ideal de educar a la generación más joven de mutantes, haciendo de la integración de nuevo bandera (incluyendo a alienígenas como Nydo y Kid Gladiador en el alumnado). La clave para entender a Logan la tenemos, cómo no, de la mano de Jason Aaron, quien, durante una conversación con Cíclope en el parte de Lobezno y la Patrulla-X sobre VvX saca a relucir la mentalidad del canadiense: con tal de posibilitar la existencia de un espacio de estabilidad donde las nuevas generaciones de mutantes puedan desarrollarse personalmente en plenitud, como algo más que soldados en la batalla por la supervivencia, es capaz de cargar enteramente sobre sus hombros (y los de su equipo) con el peso de esa lucha, manteniendo ambos ámbitos tajantemente separados (frente al Estado de Excepción permanente de Utopía, que los funde)Sólo así puede comprenderse su rol dual de director de instituto y líder del equipo asesino de operaciones secretas X-Force.

Pero de lo que quizá Logan no sea plenamente consciente es de que esta reformulación del sueño de Xavier (que incluye la colaboración activa con los héroes humanos) es solamente posible bajo la distante protección de Cíclope (como este mismo dice al final de Cisma), y con la experiencia acumulada de soberanía bajo el mando de este. Así, la propia existencia continuada (con sus etapas) del equipo/concepto X-Force evidencia la diferencia, pequeña pero significativa, entre el ideal de Lobezno y el de Xavier, que carecía de una vertiente proactiva. Haciendo memoria, esta disyuntiva ya la planteó Cable allá por 1990 tras Proyecto Exterminio (y como ahora, fue Tormenta su más firme opositora), pero las circunstancias extremas tras el Día-M obligaron a que se realizara.

Se puede considerar, de todas formas, que este es el bando ganador en VvX, lo que nos lleva al quid de la cuestión: tras darse las circunstancias para que el sueño de Xavier se pueda llevar a la práctica a gran escala como en los viejos tiempos (y adquiriendo un especial significado tras la muerte de este), son los Vengadores, es decir, los héroes de la raza humana, los que se adueñan de él. Lobezno, el mutante que posiblemente menos en serio se tome esta condición y la soberanía que ahora implica (el caso de qué hacer con Quentin Quire en mitad de Cisma lo demuestra), sirve de puente fundamental entre humanos y mutantes tras casi una década de pertenencia a los Vengadores. Pero por lo visto hasta ahora, es el Capitán América el que lleva la iniciativa del sueño de Xavier con la bendición del Instituto Jean Grey (por no mencionar la poderosa imagen que le facilita Kaos).
Esto no es incoherente con el ideal de Xavier, todo lo contrario, pero ignora con demasiada ligereza la hazaña política de la soberanía mutante, sin la cual esta raza quizá se hubiese extinguido a estas alturas (por mucho que el Fénix terminara por sembrar la destrucción). Resulta irónico que el papel de encabezar una nueva era de esperanza que legítimamente hubiera tenido que ocupar Cíclope, que cargó durante tanto tiempo con la responsabilidad de mantener viva la raza mutante, se le escape en manos de los que lo encarcelaron.

Para terminar, decir que queda claro que la cuestión parece mucho más compleja que una simple reactivación del debate Xavier-Magneto, aunque con actores diferentes. Si bien se repite el esquema de que uno piensa en términos sociales (de humanidad y su desenvolvimiento) y otro en términos biológicos (de especie y su supervivencia), lo cierto es que Logan recoge el testigo de Xavier de un modo más desenfadado a la par que realista, mucho más acorde con una personalidad adecuada para tiempos difíciles, aunque ello haya significado dejar una buena parte del legado mutante bajo la "marca" de los Vengadores. Y por supuesto, Scott no pretende defender y empoderar a la raza mutante desde la perspectiva de un terrorista supremacista y homicida, sino desde la de un gobernante que, con mucho esfuerzo, construyó algo revolucionario y muy importante que le otorga una legitimidad imposible de ignorar.

De lo que no hay duda es de que se ha abierto un periodo radicalmente nuevo en la historia de los mutantes de Marvel en la mejor tradición de la casa, y que dará mucho de que hablar. Como siempre, por otra parte.

martes, marzo 05, 2013

A Jason Aaron le gustaron Los Vengadores de Joss Whedon

O puede que no, o puede que al que le gustaron fue a Jorge Molina dibujante del nº18 de Wolverine & The X-Men, una de las mejores colecciones mutantes de la actualidad: amena, divertida y gamberra como deberían ser todas las series mutantes, rompedora sin ser rara... todo un ejemplo a seguir.

Lo de los Vengadores viene por la página mostrada abajo ¿A qué les recuerda la viñeta de Herman Blob y Chico Omega?



Efectivamente, a esto de aquí abajo, es una chorrada lo se, pero me ha parecido muy divertida.