viernes, agosto 14, 2020

New X-Men de Grant Morrison




El pasado 30 de julio Panini Cómics comenzó la publicación de una nueva edición de New X-Men, la celebrada etapa realizada por el escritor escocés Grant Morrison e ilustrada por varios de los artistas más destacados de la industria del cómic. Se trata de una edición en siete volúmenes a 15€ que no tardaremos mucho en completar, ya que se publicarán dos tomos cada mes. No es la primera vez que tenemos en nuestras tiendas esta obra [EDITADO:] porque fue recopilada en la línea Best of Marvel Essentials
por primera vez tras su publicación original en grapa y hace no muchos años se puso a la venta un coleccionable que recopiló en 8 tomos la serie. Si eres un nuevo lector o nunca has leído esta etapa, este artículo pretende darte una idea de lo que te encontrarás en esta colección.




ANTECEDENTES


La franquicia mutante fue uno de los mayores éxitos de ventas y crítica de los cómics en los años 80. Cada mes, los lectores se veían sorprendidos por los giros argumentales y las aventuras vividas por el grupo de héroes que había jurado defender un mundo que les odiaba y les temía. Los años 90 se caracterizaron por una sobreexplotación de la franquicia y, especialmente, del personaje Lobezno. El momento culmen de esta época tiene lugar con la saga La Era de Apocalipsis, que supuso un paréntesis argumental tras el que se produjo un cierto reinicio de las tramas, que fueron perdiendo fuelle paulatinamente. No obstante, es cierto que hubo algunas etapas cuya calidad destacó, aunque sin llegar al esplendor de los cómics publicados en los años 80. 


Grant Morrison llegó a New X-Men justo después de una época bastante convulsa, en la que varios de los protagonistas y secundarios habían fallecido y su relanzamiento supuso un punto y aparte que tendría importantes consecuencias para la franquicia X durante los siguientes veinte años. Su llegada modernizó las series mutantes, proporcionando un cambio de paradigma que evitó que se continuase repitiendo esquemas, que los personajes vivieran permanentemente en callejones argumentales sin salida y que los guionistas siguieran dando pasos en falso sin atreverse a crear historias más trascendentes.


LA NUEVA PATRULLA-X DE MORRISON


Antes de hablar de New X-Men, hay que tener en cuenta que se comenzó a publicar no mucho después del estreno de la película X-Men dirigida por Bryan Singer y que toma de ella varios conceptos y aspectos estéticos que también contribuyeron a ese aire de modernidad que tan presente estaba durante la publicación original de la etapa. El éxito de la película de Singer marcó un punto de inflexión en el tratamiento de los superhéroes que Morrison usó para transformar este rincón del Universo Marvel, no únicamente en lo visual, sino en su propia raíz. El escocés aprovechó la mitología de la franquicia mutante como vehículo para su revolucionaria etapa y plasmó su visión de qué nos deberíamos encontrar en los tebeos de la Patrulla-X en un manifiesto de lectura obligatoria que encontrarás en el primer tomo. 


Una lectura atenta de este escrito nos ayudará a entender los riesgos que asume al llevar hasta el límite los conceptos que se habían ido estableciendo durante décadas y a los que Morrison dio una vuelta de tuerca hasta devolverles su vigor. Así, mientras que durante años los mutantes lucharon contra la discriminación y pidieron la igualdad, con la llegada del siglo XXI, el guionista nos presenta a los mutantes como verdaderos ídolos, el objetivo a alcanzar por la humanidad antes de que ésta se extinga y sea sustituida en pocas generaciones por el homo superior. Así, mientras que por un lado seremos testigos de cómo muchos humanos se resisten al cambio, por otro descubriremos a verdaderos adoradores de la cultura mutante que intentarán apropiarse de ella dando el paso de obtener poderes al someterse a injertos y trasplantes de órganos de mutantes.


En este contexto en el que el homo superior no para de multiplicarse exponencialmente, la Escuela Xavier recuperará su sentido docente y se llenará de centenares de nuevos estudiantes y, como en todo instituto, pronto asistiremos a las primeras fricciones y disensiones entre los alumnos y la Patrulla-X. Queda claro así que el guionista consigue que la serie se centre en los personajes y en su interacción personal, marca de la franquicia durante sus años de mayor éxito. Los conflictos personales saltan a primer plano y Morrison se empeñará en que cambiemos para siempre nuestra visión de personajes tan importantes como Cíclope, Emma Frost o Bestia, que adquirirán un protagonismo merecido afrontando cambios personales de gran importancia. Su actualización no puede haber resultado mejor y perduran todavía hoy muchos de sus rasgos de personalidad que el escocés introduce en estos episodios. Además, nos presenta a personajes de gran potencial y que posteriormente han tenido sus momentos de gloria, como las Cucos, Quentin Quire, Glob o Xorn.


A pesar de esta focalización en la caracterización y desarrollo de personajes, el sentido de la aventura y de la fatalidad estarán muy presentes, convirtiéndose una de las etapas más oscuras y sórdidas de la franquicia mutante. Desde el mismo comienzo de la etapa, Grant Morrison retorcerá viejos conceptos para crear nuevas amenazas, por ejemplo, aumentando el poder destructivo de los Centinelas para provocar la mayor masacre mutante de la historia y presentando una nueva versión del lado oscuro de Xavier que tendrá graves repercusiones en el Imperio Shi’ar. No son las únicas ideas que homenajeará y a lo largo de su etapa dejará su impronta en el Club Fuego Infernal, Fénix, Magneto y la Hermandad de Mutantes Diabólicos, Días del Futuro Pasado y la propia Arma-X.



EL APARTADO ARTÍSTICO


Aunque el nombre del guionista ya es suficiente para sentir curiosidad por la obra, lo cierto es que en esta etapa estará acompañado de algunos de los dibujantes más potentes de la industria del cómic americano. Sin embargo, la irregularidad será una de las características más destacables en el apartado artístico. Visualmente es una etapa muy variada, con muchos cambios de estilo y en la que no todos los dibujantes estuvieron al nivel que les hemos conocido en otras obras debido a, según parece, la estrechez de los plazos de entrega.


Por ejemplo, Morrison estuvo acompañado por dos de sus antiguos colaboradores, Frank Quitely y Phil Jimenez, con los que ya había había trabajado en JLA: Tierra 2 y Los Invisibles. Ambos son, tal vez, los que obtengan un resultado más destacable en las sagas en las que participan. También Leinil Francis Yu firma, quizás, uno de sus mejores trabajos en el famoso anual apaisado y John Paul Leon también destaca en sus páginas. Sin embargo, en mi opinión, otros artistas están más contenidos, como Chris Bachalo, EVS o Silvestri. El caso más destacable y famoso es el de Igor Kordey, quien tuvo que entregar sus páginas con muy poco tiempo para realizarlas y fue muy criticado por los lectores.


VALORACIÓN FINAL


Los New X-Men de Grant Morrison forman parte del Olimpo de etapas mutantes por muchas razones, principalmente por insuflar vida a una franquicia moribunda en lo argumental desde hacía varios años. Los lectores que conozcan al escritor por referencias y sepan de su tendencia a escribir obras complejas, pueden respirar aliviados, ya que se trata de una obra en la que se muestra muy controlado, aunque refleja sus ideas, obsesiones y paranoias de la época. A pesar de la inestabilidad artística, que es quizás lo que más distingue a la obra de otras etapas (como la justamente posterior de Joss Whedon), constituye una historia cerrada, que respeta y aprovecha la historia anterior sin que haga falta conocerla en profundidad para disfrutar de las nuevas historias. Además, su herencia sigue presente aún hoy en las páginas de los cómics de la Patrulla-X y la lectura de esta etapa te ayudará a comprender mejor lecturas más recientes, como la etapa actual orquestada por Jonathan Hickman.


martes, agosto 04, 2020

La Gran Novela de la Patrulla-X

Este verano Panini ha finalizado la publicación de La Gran Novela de la Patrulla-X de Ed Piskor, uno de los acercamientos a la historia de los X-Men más interesantes en concepción y ejecución que podemos encontrar en nuestras tiendas. Ed Piskor (Pennsylvania, 1982) es un artista de la escena underground americana que se formó en la Kubert School y, tras realizar diversas publicaciones, pasó a colaborar con Harvey Pekar, con quien trabaja en uno de los proyectos vinculados a su conocida obra American Splendor. Desde entonces, Piskor ha ido ganando cada vez más popularidad y reconocimiento, especialmente tras ganar un premio Eisner en 2015 por su obra Hip Hop Family Tree, publicada por Fantagraphics, en la que documenta los orígenes de este popular género musical. Además, Piskor es un gran fan de los X-Men, especialmente de su etapa más clásica, lo cual se reflejará en su X-Men: Grand Design, la obra traducida en España como La Gran Novela de la Patrulla-X.

Esta trilogía supone una reinvención cronológica de las historias clásicas de la Patrulla-X hasta el final de la etapa de Chris Claremont, es decir, aproximadamente se comprimen los primeros treinta años de historias de la franquicia mutante, lo que equivale a la mitad de su trayectoria editorial. A lo largo de los tres volúmenes, Ed Piskor nos ofrece su visión personal de muchos de los grandes momentos de las famosas sagas protagonizadas por los alumnos de Charles Xavier, produciéndose, en cierta manera, una reivindicación de los cómics escritos por Claremont a lo largo de los más de quince años en los que fue el gran arquitecto del mayor éxito comercial y artístico de la Marvel de los años 80.


Hay que destacar, por lo tanto, la gran labor de sintetización que Piskor realiza en la trilogía. El gran punto fuerte de la obra radica en cómo se destacan determinados momentos cruciales que el autor va enlazando de forma orgánica para crear una versión propia de la historia-río escrita por Claremont y otros autores a lo largo de los años. Existe un enorme trabajo de documentación que se aprovecha para convertir la obra en una fantástica carta de amor a la Patrulla-X a través de una reimaginación del lore de la franquicia mutante, a la que se aporta uniformidad y coherencia incluyendo de forma natural aspectos y elementos que fueron originalmente incluidos mediante retrocontinuidad. También hay que señalar que Piskor no se conforma únicamente con la reorganización de estos elementos, derivados de injerencias editoriales en la mayoría de los casos, sino que también se toma licencias en muchos momentos, incluyendo diseños vistos en las películas de FOX y los uniformes que más le gustan de los personajes, por ejemplo. Otro momento en el que se aprecia esta libertad del autor tiene lugar con ese final homenaje a la gran saga Días del Futuro Pasado que también supone una referencia a la serie animada de los X-Men emitida en los años 90 y que tan admirada es por los fans de la Patrulla-X desde entonces.



En el apartado gráfico, no podemos pasar por alto que Piskor posee un estilo muy característico y que su dibujo se aleja totalmente del esperado en los cómics mainstream. Este carácter underground se refuerza con un tipo de narrativa también totalmente opuesto al del género de los superhéroes, destacando una composición de página destinada a narrar a través de cuadros de texto antes que a incluir la acción típica de los cómics de esta categoría. Además, es fundamental el tipo de color escogido, que recuerda el característico coloreado “a puntitos” de los cómics de la época. Este coloreado se aplica también a la reedición de los tres cómics clásicos que Piskor seleccionó para acompañar a cada una de las partes de la trilogía: The X-Men 1, Giant Size X-Men 1 y The Uncanny X-Men 268. Cada uno de estos tres cómics supone un momento fundamental para la historia editorial y argumental de la franquicia mutante y el autor los elige de forma totalmente acertada, en mi opinión. Como aspecto negativo, creo que el tipo de papel satinado seleccionado por Panini para la edición española no sabe sacar todo el partido al coloreado y resta un poco de efecto a la labor del autor.


Una vez concluida su lectura, puedo afirmar que la trilogía de La Gran Novela de la Patrulla-X pasa a convertirse en una de las obras de referencia para todos los antiguos seguidores de la franquicia y que puede llegar a ser en un buen recurso para aquellos nuevos lectores que quieran introducirse en el pantanoso terreno mutante mediante una versión resumida y algo adulterada de las historias más clásicas. 


Panini Cómics ha editado la obra en formato rústica, en tres volúmenes de 120 páginas aproximadamente que cuestan 18€ cada uno y que tienen unas dimensiones de 23,5x33 cms.