Si en la reseña anterior comentaba que daba gusto leer historias que añaden elementos en retrocontinuidad de forma adecuada, en esta ocasión nos encontraremos ante todo lo contrario.
Guión: Duane Swierczynski
Dibujo: Larry Stroman
Tinta: Mark Farmer
Contiene: X-Men: The Times & Life of Lucas Bishop #1 - 3 (Abril - Junio 2009)
Tomo Panini. 72 Páginas. 7,95 €.
A estas alturas, los lectores de Marvel tenemos claro que en la editorial faltan editores que cumplan bien la función de corregir los guiones de determinados escritores (los de Bendis son algunos de los que más revisiones necesitan... aunque no son los únicos), por lo que no es de extrañar que, en ocasiones, salgan historias tan malas e incoherentes como ésta. Si no hay nadie para controlar que las nuevas historias enlacen con lo contado anteriormente, algunos lectores quedaremos defraudados ante una lectura llena de incongruencias que se podrían solucionar, simplemente, con una hora de lectura y unas cuantas notas sobre las historias previas.
Swierczynski, guionista de la serie regular de Cable, debe haberse leído la biografía de Bishop en la wikipedia y, sin otras lecturas, se lanzó a contar la infancia del policía mutante sin tener en cuenta que, antes que él, John Ostrander ya nos había ofrecido bastantes datos de la infancia y adolescencia de Bishop y Shard en un futuro post-apocalíptico dominado por los Centinelas en dos miniseries publicadas en los años 90. Así, esta historia se sostiene hasta que empiezan a aparecer incoherencias que, reconozco, detectaremos aquellos que hayamos leído muchas historias de mutantes y que conozcamos al dedillo, o casi, la historia del equipo y sus miembros. Por ejemplo, Bishop y Shard no pasaron a formar parte de las X.S.E. como se comenta en este tomo, algunos hechos están malinterpretados o contados fuera del momento en que se había establecido anteriormente que habían ocurrido... En general, creo que a partir del momento en que Bishop escapa del campo de concentración hay un gran número de errores en la historia, incluida su llegada al presente, que ya les vale también, que era la época en que Uncanny X-Men vendía como churros y muchísimos lectores leyeron la historia original.
Por otro lado, el dibujo del tomo corre a cargo de Larry Stroman. El hombre que casi acaba con el X-Factor de Peter David. El hombre que dibuja caballos, o algo parecido, en lugar de personas. No hay nada novedoso que decir. Su dibujo es sólo para incondicionales del autor, para el resto no produce más que gran dolor en nuestras córneas. Y eso que Mark Farmer hace una buena labor tapando algunas cosillas con la tinta.
En definitiva, tomo sólo apto para los muy completistas de las series mutantes. Vamos, que si querían contar por qué Bishop ahora es un desquiciado asesino podrían haber profundizado en el aspecto más desconocido de su vida, su infancia y adolescencia, en un one-shot y no emplear una miniserie en destrozar el trabajo de otros autores.
2 comentarios:
Yo me lo compré , lo leí y lo guardé directamente ...nada remarcable, ni para recordar...flojito, flojito....
Lamentablemente, es, como dices, una historia 100% olvidable...
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