martes, abril 09, 2013

X-MEN: EL ALMACÉN






Hay ciertas series cuya razón de ser muchas veces es absurda o un sinsentido. Una de ellas es la cabecera de X-Men, o como nos referimos muchas veces a ella para aclararnos “X-Men a secas” que nació con la intención de relacionar a los mutantes con el resto del Universo Marvel y que tras la saga Cisma se convirtió en el equipo de seguridad de Utopia. Una especie de X-Force pero sin pasarse de la raya.


Esto también lo hemos dejado atrás, y ahora contamos con Seth Peck sustituyendo a Brian Wood en una mini-etapa final a modo de escritor interino que pese a lo intrascendente de sus historias, éstas al menos han resultado muy entretenidas de leer.

Peck que viene de realizar unas interesantes miniseries en Image Comics (Sorrow por ejemplo junto a Rick Remender) ha decidido cumplir el expediente como ha podido y ha centrado la historia de dos partes “El Almacén” en la figura de Dominó, una de las mutantes de la Patrulla X que más desaprovechada está desde los tiempos de John Francis Moore en X-Force. Al dibujo contamos con Paul Azaceta, ilustrador cubano (la mar de majo, pude conocerle en Avilés hace unos años) que ya me gustaba desde sus números del Capitán Marvel Jr.

Pues bien como el Universo Marvel es un lugar pequeño donde todos los personajes tienden a encontrarse aquí tenemos como invitado a Daredevil, Peck coge prestada además la personalidad chispeante y alegre que Mark Waid ha insuflado a la serie del cuernecitos y nos encontramos con un equipo a la fuerza la mar de dispar.

La trama gira en torno a una organización mafiosa que usa un casino exclusivo para súper villanos donde estos muchas veces acaban apostando parte de su equipo, equipo que pierden y que es almacenado, estudiado y reproducido en serie, así que la historia también sirve un poco para jugar al quien es quien con cada cacharro que aparece por aquí.

La extraña pareja que forman Dominó y Daredevil es muy resultona y da como resultado dos números muy ligeros y entretenidos donde además de salvar el día se pican el uno al otro llamándose compis o similar o negando la naturaleza de su asociación. Los dramáticos motivos del villano de turno (creado para la ocasión) quedan en segundo plano y como he dicho carecen de trascendencia alguna de cara al futuro de la serie.

NOTA: 6/10

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