Viejos amigos, difíciles decisiones

Hace un rato he encontrado la imagen que encabeza esta entrada y me ha llamado la atención por varias razones. En primer lugar, porque me ha hecho recordar lo poco que me gustó Steve Epting la primera vez que lo vi dibujar una serie mutante y lo mucho que me empezó a gustar a lo largo de los siguientes meses al comprar Factor X (y X-Factor, su versión de la era de Apocalipsis).
Además, está el hecho de que los dos personajes que protagonizan el dibujo me encantan. En primer plano tenemos a Dominó, la mano derecha de Cable durante tantos años y a la que actualmente podemos ver, como casi siempre a lo largo de su historia, en X-Force. En segundo plano encontramos a Grizzly, un personaje de poco recorrido en la historia Marvel pero que a mí me fascinó cuando apenas era un chaval. Con el aspecto del poderoso oso del que toma el nombre, Grizzly era un mercenario miembro de la Media Docena y uno de los mejores amigos de Dominó, quien arriesgó la vida para comprobar por qué Grizzly se había vuelto un sanguinario asesino inesperadamente. Dado que Grizzly no podía detener lo que Génesis, el hijo malvado de Cable, había hecho con su mente, Dominó se vio obligada a matarle para que no hiciese más daño a nadie, una difícil decisión que nos mostró el lado más tierno y cruel de la mercenaria.