Una vez finalizada la crepuscular saga de Lobezno a cargo de Mark Millar y Steve McNiven, los autores superventas encargados de la macrosaga Civil War que cambió el Universo Marvel completamente hace ya dos años largos. Pues toca hablar de ella, pero no voy a hacer un análisis concienzudo de la saga ni nada por el estilo me limitaré a hacer una reseña, que como mucho será normalita.
Concebida como una saga larga de siete capítulos más un Giant-Size. Old Man Logan se ha venido publicando dentro de la cabecera principal de Lobezno durante más de un año y medio, los constantes retrasos de Mark Millar y Steve McNiven a partes iguales han hecho que la historia tuviese una publicación mucho más dilatada de lo que sería posible.
El Viejo Logan arranca cincuenta años en el futuro del Universo Marvel, que al parecer parte de una línea temporal muy similar al universo 616 puesto que aquí el Capitán América era Bucky. Estados Unidos está desolada, hay desiertos donde antes había grandes ciudades y la Casa Blanca está ahora ocupada ni más ni menos que por Cráneo Rojo, que fue el que se encargó de organizar a todos los Supervillanos de Marvel para acabar con los distintos héroes ¡Y tuvo éxito! Vamos que es un remedo con distinto final de historias como “Actos de Venganza” o algo del rollo que lleva El Encapuchado en estos momentos. Hay pocos héroes que hayan sobrevivido y uno de ellos es Lobezno, que tras los sucesos ocurridos medio siglo atrás, no ha vuelto a sacar las garras. Vive comodamente en una granja con su mujer y dos hijos, lo malo que esa parte del país está controlada por la banda de los Hulks que cobran unos diezmos absolutamente inasequibles para la gente.
Un día Logan no puede hacer frente al pago y los Hulks le conceden algo de tiempo, pero el hombre está desesperado pues no tiene ni idea de cómo conseguir la pasta. Menos mal que Ojo de Halcón (uno de los pocos héroes que siguen vivos, pero ciego...) le ofrece acompañarle por un viaje que cruzará la nueva América para entregar un paquete a cambio de un bueno puñado de dólares. Así es como empieza y los dos amigos se van de aventuras a bordo del Spider-Móvil, Sipe, como lo oís.
Aunque en Marvel le han dado la nomenclatura de 90210 (sí, como Sensación de Vivir) esto no es más que un What If, tonto, alargado pero excelentemente dibujado y es que McNiven es un crak plasmando un país desolado que parece que ha salido de una de las partes de Mad Max. El problema es que Mark Millar ha pecado de pretencioso y ha pretendido imitar en la medida de lo posible el estilo de personaje atormentado que interpreta Clint Eastwood en Sin Perdón. Y claro está, no lo consigue. Por el contrario su Lobezno es aburrido, repetitivo, llega a cansar lo pesado que es con su rollo “tío, no pienso volver a sacar las garras nunca más”. Llega un momento en el que lo único que estás esperando es ver como Clint le abraza y le dice algo en plan “venga, sueltalo todo, desahógate” XD
Y lo malo es que casi lo consigue, porque durante el 80 % de la historia Lobezno no saca las garras, siempre se inventan alguna excusa para que al final no haga falta, y quitando el flashback en el que cuentan como fue la noche de la caída para la Patrulla X, apenas hay escenas en las que Lobezno hace lo que mejor se le da. Eso sí, la doble splash page con el Snikt! Es simple, pero muy contundente y evocadora. Lo más interesante de todo esto es ir descubriendo un poquito de este Universo Marvel desolado, saber como murieron los héroes, donde están los villanos, cosas así. Pero ya os digo el final es totalmente atropellado. A Millar parece olvidársele el Leiv Motiv de la historia y nos llena un Giant-Size de burradas y sin sentidos. No tiene un final anti-climático como a él parece gustarle, pero casi habría preferido que lo tuviera, porque el resultado es malo, malo. No llega a aburrir, porque ritmo tiene. Pero una vez que acabas de leerte el tebeo te la suda lo que había dentro y te importa poco esperar al del mes siguiente.
NOTA: 4/10