Comienza la enésima vuelta de tuerca a la franquicia mutante. ResurrXión se nos vende como la vuelta a la grandeza editorial perdida durante tantos años en los que se ha puesto el interés en otras franquicias (o se ha tratado de generar nuevas, como la de los Inhumanos) y, como su nombre indica, se produce una resurrección de la raza mutante tras dejar atrás definitivamente el temor a la extinción, que comenzó con aquellas fatídicas palabras de la Bruja Escarlata al concluir la Dinastía de M: "No más mutantes". Es un concepto al que no han parado de dar vueltas hasta el absurdo asunto de las nieblas terrígenas y cuya conclusión en IvX creo que únicamente sirve para poder olvidarnos de él por fin.
Tras el final de la tediosa etapa post-Secret Wars que tantas esperanzas nos dio en un principio y que tan irregular resultó (podemos salvar el trabajo de Lemire en Viejo Logan, el de Bunn en Imposible Patrulla-X y alguna cosilla más, como Lobezna), ResurrXión comienza muy fuerte en varios frentes: con una Patrulla-X Oro que recuerda a aquellos cómics de la buena época de Claremont, con una Patrulla-X Azul que centra su interés en Jean Grey y Magneto, así como en los cambios sufridos por el resto de la Patrulla-X original y con una Arma X en la que Greg Pak y Greg Land reúnen a un equipo muy salvaje y heterogéneo en una frenética huida hacia delante. Por lo pronto, las tres series ganan en interés con respecto a los cómics de los meses anteriores, por lo que he decidido comentar mis impresiones sobre ellos de forma individual.
Patrulla-X Oro: Marc Guggenheim y Ardian Syaf fueron los elegidos por el editor Daniel Ketchum para encarrilar a la franquicia mutante hacia un mejor y prometedor futuro. Las cosas no empezaron bien al descubrirse que Syaf había incluido mensajes de odio en las páginas del primer número y fue rápidamente despedido de Marvel y, poco después, el propio Ketchum anunciaba que dejaba de trabajar para La Casa de las Ideas, generando mucha rumorología sobre si su salida se debía a la polémica con Syaf. Visto el trabajo de Guggenheim y Ketchum en estos números, espero que la falta del editor no afecte demasiado a la serie, puesto que, por primera vez en muchos años, la serie X principal da la talla. En la grapa de este mes de julio encontramos las dos primeras partes de la saga Back To The Basics, con Kitty Pryde encabezando al equipo, que se ha establecido en Central Park y ha decidido tomar un papel más proactivo y superheroico para limpiar la imagen de los mutantes tras el conflicto con los Inhumanos. Guggenheim se confiesa fan absoluto de la época Claremont y en estas páginas lo demuestra. La lectura de esta saga es lo más que me ha recordado a los viejos tiempos en muchos años, sabiendo combinar presente y pasado para construir una historia divertida, intimista y trascendente para los personajes. Así deberían ser los cómics de la Patrulla-X. El dibujo de Syaf, por otro lado, no lo echaré de menos cuando se marche.
Patrulla-X Azul: Cullen Bunn y Jorge Molina tienen ante sí la oportunidad de trabajar con la Patrulla-X original traída del pasado. Desde que apareció este concepto, siempre pensé que tenía muchísimo potencial al poder reconstruir a unos personajes ya conocidos y desviar su historia para transformarlos en personajes esencialmente divergentes, pero, con el paso de los años, no he visto sino algunos destellos que, precisamente, Bunn recupera magistralmente en esta grapa como punto de partida. Tampoco debe sorprendernos: Bunn ha demostrado ser el mejor guionista que ha tenido la franquicia en los últimos años. Su labor en Magneto o en Imposible Patrulla-X es sobresaliente y aquí realiza un trabajo muy en la línea mostrada previamente. Estos primeros números nos sirven para ponernos al día con los personajes, vivir el conflicto interno que tienen al saber que viven en un mundo que no es el suyo pero estarlo disfrutando plenamente y conocer el siguiente paso en la evolución de Magneto, cuyo destacado papel en IvX le obliga ahora a llevar a cabo sus planes de coexistencia humano-mutante desde la clandestinidad. La interacción entre Jean Grey y Magneto es de lo más interesante en estas páginas, aunque el resto de personajes no son olvidados y todos tienen su momento de lucimiento. El trabajo de Jorge Molina a los lápices es espectacular, diferencia el movimiento de cada personaje a la perfección, la expresividad de los rostros es magistral y su narración es bastante orgánica y fluida.
Arma X. Greg Pak y Greg Land vuelven a colaborar más de una década después de La Canción Final de Fénix de 2005 (... sí, nos hacemos viejos...). Pak tiene al fin la oportunidad de ejercer de guionista titular de la franquicia mutante y no comienza mal. Me chirría un poco la interacción tan fluida entre viejo Logan y Dientes de Sable, pero no resulta especialmente forzada al ser ambos personajes muy diferentes ahora a como eran hace unos añitos. La amenaza de Arma X es interesante y la aparición del resto de los protagonistas va trasladando la atención de un personaje a otro a menudo para que Logan no acapare todas las miradas. Como comienzo, más que correcto. A ver qué tal es el desarrollo de esta serie con el crossover con Hulk ya anunciado. Respecto a Greg Land... bueno, en su línea. Quizás lo noto menos artificial y estático, aunque en la línea demostrada en los últimos años, en los que parece ir dejando atrás ciertos vicios de su trabajo de la década pasada.
Hasta aquí mis impresiones sobre el primer mes de ResurrXión. Muchas esperanzas que, espero, no acaben frustradas una vez más. Un nuevo foco de interés para la franquicia mutante que se complementará con varias series individuales y grupales que Panini ha anunciado en tomo para el comienzo de 2018. A ver si esta vez sí estamos ante una resurrección que nos dé las historias de calidad que los lectores demandamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario