A pesar de que sea Jason Aaron quien
haya llevado adelante la magnífica serie Lobezno y los X-Men, sentía curiosidad
por saber qué podía hacer Wood con dos personajes tan bien tratados por Aaron
en la serie regular como Quentin Quire y Lobezno. ¿Estaría a la altura esta
historia?
Guión: Brian Wood
Dibujo: Mark Brooks y Roland Boschi
Contiene: Wolverine & The X-Men: Alpha & Omega
Tomo Panini 112 páginas. 9,25€
PREMISA
Tras Cisma, la franquicia mutante tomó dos caminos opuestos: mientras se establecía que Cíclope y los suyos lucharían por la supervivencia de la especie mutante enfrentándose a las más variopintas amenazas bajo la guía de Kieron Gillen, Lobezno retomaría la idea de formar a la siguiente generación de mutantes en el nuevo Instituto Jean Grey. Jason Aaron, acompañado de dibujantes de la altura de Chris Bachalo, se había encargado hasta ahora de narrar cómo el mutante canadiense más famoso se las apañaba para ejercer de director en el centro educativo. Lobezno y los X-Men es, sin lugar a dudas, la serie más fresca que ha tenido la franquicia X desde X-Force/X-Statix (con el permiso del X-Factor de Peter David). Aaron ha conseguido poner el foco de atención tanto en la plantilla del profesorado, formada por algunos mutantes de segunda categoría, como en el alumnado, creando varios personajes muy bien caracterizados y reciclando a varios conocidos, a los que ha dotado de nuevas dimensiones. Con méritos propios, el más destacado del grupo es, sin lugar a dudas, Quentin Quire, quien fuese uno de los ¿villanos? más originales de la etapa de Grant Morrison.
LA HISTORIA
Debido a su aburrimiento y desinterés habitual en
clase, Quentin Quire decide explorar el alcance de sus poderes utilizando como
conejillos de indias a Armadura y a Lobezno, cuyas mentes son transportadas a
un constructo ideado hasta el más mínimo detalle por Quire. Sin embargo, éste
descubrirá que no es tan experto en el manejo de sus poderes como pensaba y
pronto surgirán problemas inesperados.
VALORACIÓN
Tal vez habría que empezar recordando
que, hace más de una década, Brian Wood escribió los guiones de Generación X
durante el evento dirigido por Warren Ellis llamado “Counter X” y que, por
tanto, el ambiente “educativo” mutante no le es nuevo. Como nuevo guionista X
estrella, Wood tiene el difícil papel de competir con Jason Aaron, Gillen o
Marjorie Liu, pero su labor en X-Men es, de momento, bastante aceptable,
centrándose en personajes y elaborando
una historia – río que aún no sé a dónde nos va a llevar, pero cuyo comienzo
es, al menos, interesante.
Uno de los aspectos más llamativos de
esta historia radica en el acercamiento a la mente de Quentin Quire a través de
esas camisetas con mensajes no tan subliminales, su acercamiento a las chicas,
su monólogo continuo… que nos llevan a pensar que el autoproclamado Chico Omega
está bastante lejos de ser el arma definitiva que dice ser. A pesar de todo, el
guionista lo usa para crear una historia con un aire muy a lo “Inception” de Christopher
Nolan, en la que la interacción entre los personajes tiene lugar en dos planos
diferentes y en la que el escenario en el que transcurre la narración es por
momentos más importante que los protagonistas.
Para diferenciar los dos planos en los
que se mueven los personajes, se recurre a un recurso facilón pero efectivo, ya
que varía entre el dibujo de Roland Boschi en el plano “real” y el de Mark
Brooks en el constructo mental. Personalmente, la diferencia de estilo entre
los dos dibujantes me parece un gran acierto, así como el diferente uso del
color, que consigue diferenciar y mejorar un guión que, sin grandes
pretensiones, entretiene y sorprende con un final casi inaudito para el
personaje de Lobezno.
3 comentarios:
Tienen muy buena pinta,mas tratandose de Lobezno,jajaja
¿Qué te parece lo último de la cole de lobezno?
a mí me está molando.
Creo que la serie de Lobezno está bien, aunque no para tirar cohetes ;)
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