Y chimpun. Así con un arco de dos números, número inusualmente corto para los tiempos que corren, ha finalizado la etapa de Victor Gishler en X-Men, la cabecera que ha servido a raíz de la Edad Heroica para conectar a los X-Men con el resto del Universo Marvel y que no nos engañemos, ha sido la amiga fea de las cabeceras mutis desde su concepción, más aún si cabe que Astonishing X-Men que desde la marcha de Whedon hasta el comienzo de la era “Liu” ha ido dando tumbos de un lado para otro.
Aunque este tampoco sea el lugar para comentarlo, cabe destacar que la próxima etapa de Brian Wood tampoco será muy larga porque en USA han anunciado el cierre de la colección el próximo mes de febrero en su número 41 si mal no recuerdo, así que disfruten mientras puedan. Yo desde luego lo he hecho.
Creo que este ha sido un arco improvisado sobre la marcha, ya que la anterior historia con Júbilo y los Vampiros como protagonistas se podía considerar un cierre bastante claro a una etapa que no me cansaré de decir que me ha gustado y que por lo menos ha divertido lo suficiente para querer leer el tebeo del siguiente mes, y eso es lo mínimo que se le debería pedir a cada cómic que cae en nuestra manos.
Sobre la historia en si, Gishler (que siempre ha demostrado que sabía bastante como va esto de la continuidad) ha devuelto a la actualidad la saga de Invasión Secreta y ha contestado a una pregunta que seguro que se le habrá pasado por la cabeza a mucha gente ¿Qué pasó con los skrulls que no fueron hechos prisioneros o que no huyeron de la tierra? Pues aquí tenemos una respuesta.
Y eso es lo que podremos leer, como una cuadrilla de Skrulls intenta huir del Planeta y las disensiones entre los mismos sobre los métodos a utilizar, como invitados tendremos nuevamente a los Cuatro Fantásticos y de los X-Men cabría destacar el protagonismo de Hada en la historia. Personaje que es retratado muy bien por Gishler y que sabe conjugar su papel como mujer X sin olvidarse que no deja de ser una niña y que por lo tanto siempre habrá una parte de ella con la inocencia inherente a alguien de su edad.
En la parte gráfica toca también despedirse de Will Conrad, quien nos ha acompañado en buena parte de esta andadura y al que echaré de menos. Un dibujante correcto, bastante espectacular aunque todavía tiene que mejorar su narrativa.
NOTA: 7/10
2 comentarios:
Qué ganas de leer la nueva etapa :D
Pues no se porque me huelo que será un peñazo eh?
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