Comienza un nuevo capítulo de la epopeya galáctica marveliana. Tras la aniquiliación provocada por Annihilus y la invasión de la Falange, los habitantes del universo Marvel temblarán cuando se enfrenten los imperios. Veamos qué pinta la Patrulla X en todo este jaleo.
Guión: Dan Abnett, Andy Lanning y Christopher Yost
Dibujo: Paul Pelletier, Bong Dazo, Paco Díaz y Dustin Weaver.
Contiene: Secret Invasión: War of Kings One-Shot (marzo 2009) y X-Men: Kingbreaker (febrero – mayo 2009)
Tomo Panini. 144 páginas. 9,95€.
Superadas las embestidas de las huestes de la Zona Negativa de Annihilus y la invasión tecno-orgánica de la Falange, los lectores marvelitas vamos a poder disfrutar de un nuevo capítulo galáctico que parece estar destinado a enfrentar a los líderes de los imperios más poderosos supervivientes a las recientes catástrofes. Por un lado, Rayo Negro, tras ser suplantado por los Skrulls durante una temporada, se embarca junto a todo su pueblo Inhumano en un viaje que le llevará a tomar el control de los restos del Imperio Kree. Por otro lado, Vulcano prosigue su campaña bélica y asimilacionista que está provocando que el resto de los imperios estelares recele del imperio Shi'ar. En medio, algunos conocidos mutantes y sus aliados tratan de derrocar a Vulcano y devolverle el trono a Lilandra.
La última vez que vimos a Kaos, Polaris y a Rachel Grey, los dos primeros yacían bajo la bota de Vulcano, mientras que la hija de Cíclope huía con Lilandra y Korvus Rook'Shir. Desde entonces han pasado dos meses y Kaos y el resto de los Saqueadores Estelares han sido torturados por los agentes Shi'ar leales a Vulcano, mientras que Lilandra y Rachel han hecho todo lo posible para localizarlos y rescatarlos, aunque no ha sido fácil, puesto que el imperio Shi'ar está en pie de guerra debido a los ataques expansionistas que Vulcano está llevando a cabo y que incluyen a viejos enemigos mutantes como los Z'Nox. Se avecinan tiempos de cambios y, esta vez sí, los Shi'ar no van a salir indemnes.
Yost, al igual que su compañero Kyle, sabe cómo manejar a personajes poco populares y darles sus minutos de gloria cuando nadie lo esperaba. Esto es lo que hace en la miniserie Kingbreaker, al centrar la atención en el enfrentamiento entre Kaos y Vulcano mediante la contraposición de perspectivas. Así, además de los hermanos Summers, Lilandra, Rachel, Gladiador, Ave de Muerte o incluso Ronan el Acusador son copartícipes de la liberación de Kaos y los suyos de El agujero, del nacimiento de una Guardia Imperial oscura, formada por los mayores criminales que los Shi'ar han conocido jamás, de la caída de Ave de Muerte y, quizás el hecho más importante de toda la miniserie, la desaparición de la Fuerza Fénix, que abandona a Rachel en un decisivo momento y ésta sólo acierta a decir: “¿Mamá?”. Conjetura: supongo que algo tiene que ver con Hope y su inminente llegada al presente desde el futuro al que fue enviada junto a Cable.
Christopher Yost es uno de mis guionistas mutantes fetiche, como ya he comentado alguna que otra vez y, aunque normalmente mantiene una calidad más que aceptable en todo lo que escribe, en esta ocasión he de decir que no sé muy bien cómo describir la sensación que me deja esta historia, puesto que el argumento no pasa de ser correcto, pero el dibujo de Dustin Weaver le hace un flaco favor y le hace perder en capacidad de asombro y, además, provoca confusión en muchos momentos.
1 comentario:
No me gustó Kingbreakers, es otra vez lo mismo que Emperor Vulcan, Kaos fuera de personaje obsesionado con matar a su hermano.
Un cagarro.
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