¿Pero por dónde íbamos? Ah, sí:
X-FACTOR (28-32) & X-FACTOR SPECIAL: LAYLA MILLER
Y tuvo que llegar David a poner un poco de orden en todo esto. Otra vez.
Si ya con Decimation los guionistas muties demostraron que tenían buenas ideas pero que fallaban en la ejecución de éstas (vamos, que prácticamente se olvidaron del tema... todos menos David), es el bueno de Peter el que vuelve a dar una lección de cómo hay que hacer bien las cosas. Y puntopelota. Una caracterización de personajes acongojante y acojonante también, un cambio de status quo con razón de ser (¿me sescucha, Brubacker?), sus habituales momentos cómicos en mitad de un dramón que no es gratuito. Aquí sí que calza un título como Divided We Stand: el equipo hace aguas por todas partes... pero estos sí que aguantan lo que les echen. Y ese final... porque lo de arrejuntaítos-aunque-nos-llevemos-mal da mucha chicha... pero que de una maldita vez tengamos un final feliz mola. O no, espera... no es un final tan feliz. Léelo. Cada día tengo más claro que, si le dejasen, Peter David sería el Chris Claremont del nuevo siglo. Another David Masterpiece, qué coño. ¿Para cuándo un dibujante en condiciones?
El Special Layla Miller (además de tener una de las peores covers de toda la vida entera) nos cuenta una poca cómo le va a la sabelotodo Miller en el futuro en el que se quedó colgada en Messiah. Y claro, no puedes irte al futuro sin encontrarte con versiones alternativas de tus personajes favoritos. Porque todo el mundo sabe que el futuro es como un bareto de pueblo, que siempre te encuentras a los mismos muties. Pero es David. Y es Layla. Y se deja.
X-FORCE (1-6)
Y aquí viene cuando me muerdo la lengua.
Fui el primer detractor de esta serie, criticando en cuantito conseguía quién me escuchase que esta X-Force sólo podría coger lo peor de su antecesora basándome en el reparto que habían elegido: Logan, Rahne, Proudstar y X-23. “Mal, muy mal”, pensé. ¿Qué mierda de equipo puede ser ese en el que todos juegan el papel de aprieta-dientes? Y peor aun: “¿Cómo puede de ser que Scott monte un escuadrón de la muerte porque sí? No funcionó en Divided We Stand: Wolverine (ver post anterior) por una sencilla razón: estaba mal planteado. Mientras que allí era un “mata a Mística” por purita venganza, aquí la fuerza extrema se utiliza cuando el enemigo es tan tan chungo... que no queda otra.
Y hablando de enemigos... ¡qué pedazo de plantel para empezar una serie! Desde el Club Fuego Infernal de Claremont/Byrne unos malosos no parecían tan jodidamente podridos desde dentro. ¿Y los giros argumentales? Muy bien, sí señor. Efectivos y en su justa medida. Kyle & Yost ya me sorprendieron con su versión de New X-Men cuando yo no daba un duro por la enésima vuelta de tuerca al tema de los Bebés-X, pero igual que entonces me como lo que dije. Y ya van dos.
YOUNG X-MEN (1-5)
Pero qué dura es la vida de fan, oiga. Tener que sufrir estos cinco números no tiene precio. ¿Por dónde empezar? Porque casi todo en este número es para mear y no echar gota. Unos personajes planos, un malo que ya no aguanta más el maltrato como personaje y que descubre un nuevo poder, el de estar en dos sitios a la vez. ¿No acabamos de ver a Donald Pierce en X-Force? Logan lo vale, Pierce no.
La trama es la cosa más estúpida que te puedas echar a la cara y hace aguas por todas partes. Por tonta, básicamente. Además de que ninguno de los personajes se comporta como debería y tenemos una muerte que te importa tres pepinos y casi te dan ganas que les hagan un X-Statics y se los carguen a todos.
Parece que el guionista se ha cogido un manual de “Cómo Se Supone Que Debe Empezar Una Cole-X” y lo ha intentado seguir punto por punto: Primer número para reunir al personal, un malo en la sombra que TODOS sabemos quién es desde el principio, una traición sin venir a cuento acompañada de una redención más absurda todavía. No faltan los poderes idiotas (Ink) y la visita de viejas glorias, no sé si por aquello de la nostalgia. Y no lo sé porque sencillamente no funciona. Pero si hasta al dibujante se le nota que se aburre a medida que los números van pasando. Lo único destacable es el chiste a costa de Sabretooth del primer número. ¿Era tan difícil mantener el buen ritmo que llevaba New X-Men? Pues por lo visto sí.
X-MEN (208-214)
Es oficial: a Carey se le ha ido la olla. A lo mejor no para mal, pero a perdido una poca la chaveta, que sí.
Lo fácil hubiese sido pillarse unos cuantos X-Men de los que han quedado por ahí (Rogue, Drake, Sam...) y montarse cualquier chorradeta en plan "aventura en Denver, que sin venir a cuento se ha convertido en una ciudad atrapada en los ochenta con su música de Cindy Lauper y su corbatas x-tra slim". Eso sería lo fácil, pero si por algo recordaremos a Carey cuando se vaya será por probar el más difícil todavía. Ya lo hizo con su versión de X-Men, reuniendo a una panda de outsiders e inadaptados en la mejor Patrulla-X de su momento.
Ahora el tito Carey, en lugar de lo más socorrido, tira por el camino de enmedio y le da dos vueltas de tuerca a una colección que, después de esto, la veo muerta. Pero no por mala, ojo, sino porque cuando Mike ya no esté a ver quién es el guapo que le aguanta la antorcha.
Después del traspiés que sufre Xavier al final de Messiah Complex y con ese final tan tachán que le dan, toca recuperar a Xavier. O lo que queda de él. Para ello no hay nada mejor que trastear en su cabeza y a la vez amortizar la de horas y horas que se ha pegado el Carey releyendo su colección de cómics de la Patrulla-X.
Sin duda parece más bien una palmadita en la espalda a todos los lectores que seguimos a los muties desde siempre, pero dudo mucho que las nuevas generaciones le pillen la gracia al chiste.
Lo dicho, no es el camino más fácil, pero por mi parte le ha salido bien. Y Charles es un capullo.
¿Y a partir de aquí qué? Después de este Divided We Stand le toca el turno a Manifest Destiny. Si Messiah Complex nos contaba la guerra por conseguir al primer bebé mutante nacido desde la Decimation y Divided We Stand nos relataba las consecuencias de ese conflicto, Manifest Destiny... no tengo ni zorra idea de qué coño va, y eso que tenemos varios números ya publicados.
Parece que la moda ahora va a ser enlazar una saga tras otra, pero cada vez parece estar más claro que el título que quieran ponerle en la portada tiene menos sentido. Si lo que se cuenta entre colecciones no tiene nada que ver de una a otra, que alguien me explique por qué dentro de una misma saga, pongamos Astonishing con su saga actual (Ghost Box) tiene un primer capítulo que NO es de Manifest Destiny y el segundo que SÍ lo es. Misterio misterioso.