Continuamos con las aventuras de Los Exiliados, una serie que entretiene mucho y, por lo menos a mí, me sirve como lectura amena y siempre interesante.
Guión: Judd Winnick, Chuck Austen
Dibujo: Jim Calafiore, Tom Mandrake, Skottie Young
Edición USA: Exiles #31 - 34, (octubre - noviembre 2003), X-Men Unlimited #41 (marzo 2003)
Edición española: tomo Panini. Junio 2006. 8,50€
Historia "Vengadores para Siempre". Los mundos a los que son transportados los Exiliados son a veces tan rocambolescos que no son creíbles. Sin embargo, esta vez no es así. El cambio que ocasionó que todo se fuera al garete en esta realidad fue que el Barón Sangre sí mordió al Capitán América en su primer enfrentamiento porque la cota de malla no le protegió. Eso llevó a que los actuales Vengadores (Avispa, Hombre Gigante, Ojo de Halcón, Halcón y Polaris) también fueran convertidos en vampiros, por lo que son el mayor enemigo al que nadie se pueda enfrentar. Además, ahora han robado un objeto mágico que les convertirá en invencibles. Los Exiliados deben impedirlo y sólo podrán contar con la ayuda de Union Jack, el mayor especialista en luchar contra vampiros que queda y que está retirado desde que el Capitán América le destrozó la cara. Los Exiliados sufrirán para ganar a sus enemigos. Son dos números con mucha acción y en la que la interacción entre los personajes sólo se apunta. Illyana sigue siendo el elemento discordante del grupo, ya que, además de su carácter "polémico", la siguen viendo como una sustituta de Destello. Quizás un elemento que me resulta un tanto pesado es el que los Exiliados se estén salvando en el último momento cada dos por tres. Pasó con la conversión de Destello por la Falange y ahora con Fuego Solar convertida en vampira. Aunque queda compensado por la sorpresa final de la revelación del verdadero enemigo y los problemas que eso causa a los Exiliados al transportarse.
Historia: "Un segundo adiós". Dos números en los que Winnick nos deleita con uno de los puntos fuertes de la serie: la interrelación de personajes. Si algo caracteriza a Los Exiliados es que consiguen ese sentimiento de "familia" tan importante en las series mutantes. La Patrulla X. Factor X. X-Force. Todos los grupos mutantes se caracterizan porque sus miembros pueden confiar unos en otros, salvo excepciones. Son compañeros, pero también son familia. Para algunos son toda la familia que tienen. Ése es el caso de Los Exiliados. Están condenados a viajar de mundo alternativo en mundo alternativo sabiendo que son los únicos en los que pueden confiar, encontrándose con versiones alternativas de sus seres queridos o de ellos mismos y teniendo muy presente que el más mínimo fallo les devolverá a su realidad donde, probablemente, morirán o les pasará algo peor. Por eso este tipo de números son tan importantes a lo largo de la serie, le dan consistencia y credibilidad a los personajes. Esta vez le toca a Sasquatch y a Fuego Solar. Sasquatch se verá obligada a enfrentarse a un Lobezno recién salido de Arma X: descontrolado, en estado animal y con una sed asesina. Así sabremos más de su pasado conjunto, puesto que Logan fue su primer marido en su mundo y ella se vio obligada a matarlo cuando un chip instalado por Arma X hizo que él se volviera loco. La historia de Mariko Yashida, Fuego Solar, nos lleva de vuelta al mundo en el que La Falange convirtió a casi toda la humanidad, realidad que conocimos unos números antes. Mariko se reencuentra con Mary Jane, la Spiderwoman de ese mundo. Ambas tuvieron una breve relación de amor que ahora Winnick explora con gran sensibilidad. Sin caer en ñoñerías ni en tópicos de películas pajilleras. Es más, yo diría que hay momentos en los que este número me recuerda poderosamente a muchas escenas de Buffy Cazavampiros de la época en la que Willow y Tara eran pareja. Una historia de amor imposible tratada con la seriedad que puede permitir este medio.
Finalmente, Panini nos presenta una historia del X-Men Unlimited en la que Destello y Nocturna llevan a Lobezno a combatir contra un demonio que quiere matar a un niño llamado Peter Parker. Totalmente olvidable. Está escrita por Austen, por cierto, pero es tan corta que no le da tiempo a hacer nada llamativo. Pasa sin pena ni gloria.
En general, el dibujo de todo el tomo es bueno. Jim Calafiore cumple de sobra y le da ese toque característico a la serie, siguiendo la línea de McKone. Tom Mandrake tampoco está nada mal como sustituto. Y Young... bueno... como siempre T_T
Recomendado a: fans mutantes, lectores que busquen algo fresco y sin complicaciones
Valoración: buena, un número bastante bien compensado en la historia y el dibujo.
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