Mientras aún ando dándole vueltas a cómo retomar la normalidad en este arrítmico blog, dejo por aquí una reflexión que he ido desarrollando en las últimas semanas.
Debido al gran éxito de X-Men: First Class, hay una corriente de simpatía entre los fans hacia Magneto, principalmente gracias a la gran actuación que lleva a cabo Michael Fassbender interpretando al ambiguo e inquietante joven Erik Magnus Lennsherr. Como ocurrió durante la etapa Morrison, mucha gente empieza a poner en tela de juicio la opción de coexistencia pacífica defendida por Xavier y empieza a creer en el derecho a la superioridad del Homo Superior. Supongo que esto es algo premeditado y espero que tenga su reflejo en el evento Cisma que está empezando en estos momentos en los USA. Al fin y al cabo, La paz nunca fue una opción.