Este verano he aprovechado para ver la última serie de animación que, por el momento, se ha dedicado a la franquicia mutante marveliana. Sí, más vale tarde que nunca. Su visionado ha sido mucho más grato de lo que esperaba y me he encontrado con algunas sorpresas que, por otro lado, han conseguido que mantuviera el interés por verla pese a los múltiples planes que suelen surgir durante las vacaciones.
Surgida a raíz del estreno de X-Men Orígenes: Lobezno, Lobezno y los X-Men consta de una temporada con 26 capítulos y final semicerrado (la idea era continuar con una segunda temporada que, finalmente, no verá la luz pese a la insistencia de sus fans) que comienza en un momento crucial para la Patrulla X: la desaparición del Profesor X y Jean Grey y la destrucción de la Mansión X a manos de un enemigo desconocido. Este hecho marcará el fin de la Patrulla X hasta que, un año después, Lobezno decida que ha llegado el momento de volver a reunirla y encontrar a Xavier y a Jean. A partir de ahí, se sucederán distintas aventuras en las que los miembros del grupo irán regresando y en la que todo se preparará para la saga final.
Pese a que la animación no está a la altura de otros productos televisivos, hay que destacar que Lobezno y los X-Men tienen una muy buena historia global, con una trama-río que se va desarrollando a lo largo de los 26 capítulos hasta un final que, sin ser espectacular resuelve bastante bien la temporada y nos deja con la baja más inesperada e inmerecida. Esto no quiere decir que no haya espacio para otras historias paralelas ajenas a la trama, sino que, muy al contrario, hay episodios en los que la acción se desvía por completo de la historia principal y nos regala esos pequeños guiños a las historias del cómic. Esto es algo normal cuando entre sus guionistas tenemos a dos de los mejores guionistas de series mutantes de los últimos años, Craig Kyle y Chris Yost, que hacen homenajes a muchas historias clásicas de la Patrulla X, como la Saga de Fénix Oscura, Días del Futuro Pasado o la Caída de los mutantes. Eso sí, también hay hueco para las más modernas, como, por ejemplo, la relación entre Rondador Nocturno y la Bruja Escarlata (que, en la serie de Exiliados, daría origen al nacimiento de Nocturna), o la relación entre Médula y Rover, el centinela del futuro (similar a la de la serie Sentinel o a la del arco final de Morrison).
En definitiva, una serie con una buena historia global, una animación mediocre (aunque hay diseños muy buenos, como el de Cíclope) y un excesivo protagonismo de Lobezno en detrimento de otros personajes, como Kitty o Tormenta. Pero, pese a todo, me ha gustado y creo que todo fan mutante debería verla.